domingo, 3 de abril de 2011

Nuestros 44 años...


Iniciamos este trabajo hace 44 años.

Depositarios de las primeras experiencias fueron el sténcil simple y la máquina de escribir mecánica para procesar los textos y ubicar, con regletas y punzones, los titulares y la publicidad en sténcil. El papel bulki era el más utilizado en nuestros inicios.

Vendría después el sténcil electrónico para publicar fotografías, siendo necesario para ello utilizar una picadora electrónica y luego recortar las fotos y pegarlas en el stencil simple. La impresión la hacíamos, entonces, en mimeógrafo, manual primero y electrónico después.

Avanzamos para ingresar a una nueva etapa en la ediciones de nuestra revista para llegar al procesamiento de textos en linotipo, una gigante máquina en la que se hervía plomo para desde un teclado ceder espacio para la formación de textos.

Teníamos que utilizar la tipografía para hacer los titulares, recurriendo para ello a las chivaletas donde se almacenaban los tipos.
Era complejo el trabajo, pero sí edificante, emotivo y aleccionador. Utilizamos después, siempre para elaborar los textos, las famosas máquinas Composer IBM. También las Margaritas de Olimpia, para llegar hasta la computadora que ha simplificado el trabajo, pues nos permite procesar textos, ubicar fotografías y gráficos, diseñar y diagramar la edición, que se simplifica aún más con el uso del internet. Desde que procesamos los textos en linotipo, empezamos con la impresión offset. Era preciso para cumplir con este trabajo viajar a Lima. Finalmente nos fue posible adquirir todo nuestro equipo de trabajo que incluye computadoras, quemadoras de placas, mesa de montaje, impresora laser y la impresora offset.

Desde el 17 de febrero de 1967 compartimos con la población sus ansias, sus triunfos, sus vivencias, sus protestas, pero jamás sus fracasos, pues hemos aprendido en este tiempo que hablar del no logro de metas es aceptar incapacidad y flaquezas que impiden el desarrollo de un pueblo.

Decíamos que gran parte de la historia de Tarapoto y San Martín están registradas en las páginas de “El Tarapotino”, por ello resulta edificante recorrer sus páginas y encontrar en ellas el recuento de la pertinaz lucha para lograr nuestra universidad, aunque ello haya significado enfrentamientos con las fuerzas del orden, toma del areropuerto, detenidos y hasta heridos, pero lo importante de todo es que se hizo posible que en octubre de 1979, el entonces presidente Francisco Morales Bermudes, desde la plaza de armas, ocupando el segundo piso del local que hoy ocupa la Caja Municipal de Piura, decidiera la creación de la Universidad Nacional de San Martín, haciendo también los anuncios del asfaltado de la pista al aeropuerto y al hospital de Tarapoto, así como la instalación del servicio telefónico y del canal 13 de televisión.

El rechazo de San Martín a formar una sola región con la Libertad, la realización de una consulta popular para formar la Región Autónoma de San Martín, son parte de nuestra historia.

Recordar la heroica huelga de los campesinos que exigían al gobierno de Acción Popular, en agosto de 1982, mejor precio para el maíz y más atención al agro, es traer a la memoria la vil masacre de que fueron objeto los campesinos con el saldo de 6 muertos y decenas de heridos cuando la policía los desalojó de sus piquetes de huelga en Juan Guerra y Tabalosos. Los terremotos en Moyobamba y últimamente en Lamas merecieron páginas enteras en nuestra revista.

Ni qué decir del tiempo del terrorismo en que San Martín había sido prácticamente tomado por las huestes del MRTA Y Sendero Luminoso durante el primer gobierno del APRA.

En fin, muchos y muchos sucesos que con sólo mencionarlos tendríamos que utilizar muchas más páginas de nuestra revista, por ello consideremos que es necesario se publique un documento sobre toda esta gesta de un San Martín insurgente, para que no se olviden y se guarden como ejemplo de lo que se puede alcanzar cuando la unidad es el denominador común y el espíritu de protesta, el aliento espiritual que nos permite caminar hasta lograr los objetivos propuestos.

44 AÑOS… y queda aún mucho camino por recorrer.







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