lunes, 4 de abril de 2011

Rostros y Máscaras


História del poblamiento de Tarapoto
Escribe: Rogelio Reátegui Díaz

Hace 14,000 años llegaron a Panamá cazadores y recolectores que se dirigieron al sur por tres vías: siguiendo el océano, siguiendo la cordillera o internándose en el bosque oriental. Las piezas de caza estaban en esas vías y en su seguimiento fueron creando las diversas culturas de Sudamérica.
El desarrollo de los grupos no fue parejo. Quienes imponían su presencia en las riberas de los ríos, vivían de la recolección, eran atrasados porque no trabajaban, se hicieron más guerreros que los habitantes de la sabana dedicados a la agricultura y crianzas que eran más evolucionados por su mismo sistema de vida.
Después, los guerreros invadían a los agricultores para hacerse de mano de obra que cuidaran sus sementeras y aportaran sus conocimientos. Tal el caso de los Conibos del Ucayali guerreando contra los Amahuacas del bosque oriental en el valle del Ucayali. (Libro: Naciones amazónicas, Luis Guzmán Palomino). La misma mecánica, explica el surgimiento del imperio de los incas.
En lo espiritual, algunos guerreros se volvieron reductores de cabezas como los Schuar, Aguarunas, Huambisas. Los agricultores se hicieron buscadores de la tierra sin mal como los Arawacs (J. Reagan. Hacia la tierra sin mal). Aquellos, identificados por los conquistadores europeos como caribes y estos, como Arawacs.
Ambos llegaron a convivir pacíficamente en un mismo territorio. Los guerreros daban seguridad, como las fuerzas armadas de las democracias actuales, y los agricultores se dedicaban a producir alimentos para todos. Los Moxos, hace 4,000 años, pueden haber sido la primera experiencia, en el estado de Acre del este brasilero y el departamento de Pando del norte boliviano. En esta región se estudian actualmente los geoglifos de la cultura más antigua que desarrolló agricultura y ganadería en la selva baja inundable construyendo terrazas para las ciudades, los sembríos y canales de riego (facebook.com/group.php?gid=8111167473)
Las formas sólo son plenamente visibles desde el aire y fueron descubiertas por casualidad en 1999. Esta cultura desapareció por razones desconocidas pero los grupos formados por su influencia permanecieron muchos siglos. Los guerreros Moxos por el sur oeste supervivieron en culturas del altiplano antecesoras de los incas y los trabajadores cultos se desplazaron por la selva, sierra y costa central y norte en varias direcciones, originando las culturas que terminaron en la confederación Chanca, aniquilada por los incas. Otra facción de sus descendientes fueron los Hibitos y Cholones o ptseptsa que del río Acomayo, pasaron al Huallaga. Cruzando el Saputzu y Sisa arribaron a orillas de un gran lago mencionado por Huamán Poma de Ayala como punto final de la huída de Ancoallo. Al lugar lo denominaron Wayku y los españoles, conocedores de lenguas nativas lo tradujeron en Lamas. Tales grupos se mestizaron con otros o guerreaban durante sus borracheras y los derrotados resentidos se apartaban a formar otro centro poblado. Así van apareciendo Tarapoto, Chazuta, Tabalosos, Sisa, Caspizapa y Muyupumpus.
Los españoles volvieron a unir varios de estos grupos bajo el nombre de Huayku-Lamas, al decir del Mapa de las Tribus Amazónicas de Raúl Porras Barrenechea (1953) “Los Jeberos primeros pobladores de Lamas, ahora quechuizados”. Recomendó juntarlos para enseñarles el quechua y evangelizarlos mejor. Cuando lo hicieron, les arrebataron su lengua propia y crearon una “anación” o nación advenediza quechua lamista integrada por varios grupos rivales. Estos chocaban entre sí con mayor frecuencia por encontrarse mezclados; y quienes perdían los combates huían a vivir en otro lugar, abriendo nuevos centros poblados. Esta costumbre cuenta con un testimonio de hace 30 años con la creación de Yurilamas por un lamista, separado de su pareja que resentido y renegado se adentró con sus hijos a vivir en un coto de caza de difícil acceso que hoy es un pueblo importante.
Lamistas derrotados en las grescas, migraron a territorio de los Suchiches que vivían a orillas de la cocha del mismo nombre en lo que hoy es el parque Cabo A. Leveau y se posicionaron más abajo de la colina, a orillas de un río emisario entre las primeras cuadras de los actuales jirones San Martín y Martínez de Compagnón, al interior de un bosque de palmeras “taraputus”, cuyo nombre deriva de “Tara” en una de las variantes Arawac que significa parte superior y “putu”, abultamiento. Las palmeras Taraputus deben su nombre a su abultamiento en la parte superior, junto al penacho de las hojas.
Cerca de los antiguos Suchiches y lamistas taraputus, se establece después otro grupo hostil de nativos Arawacs venidos del Huallaga y Ucayali llamados Muniches posesionados en lo que hoy son barrios del Huayco y Atumpampa, por su tierra húmeda del Gran Lago que se iba retirando y liberando tierras fangosas habitadas por migrantes recién llegados.
Los lamistas, ubicados en taraputales, aprovecharon con laboriosidad sus bosques de mayor riqueza, hasta convertirse en identidad local que involucra a Suchiches, Muniches y demás circunvecinos. Por eso los españoles hicieron la Plaza de Armas y la Iglesia en Taraputu en el lugar más desarrollado y con más posibilidades de expansión.
Todo el tiempo, las enemistades se ponían de manifiesto en las celebraciones festivas cuando grupos tarapotino - lamistas exaltados por el masato peleaban a pedradas y quienes eran derrotados migraban a otros lugares dando origen a Pucayacu, Polish, Juan Guerra, Shapaja, Sauce, Pelejo, Orellana y muchos otros.
No existen registros de los primeros españoles llegados a Tarapoto no solo de Mainas y Quito sino también desde Huánuco, por donde pasó Hernando Pizarro, testigo de las calamidades sufridas por Huáscar a manos de soldados de Atahuallpa, cuando Francisco se encontraba en Cajamarca repartiendo el rescate y juzgando al último inca fratricida. Se presume por los actores históricos que entre los primeros mestizos llegados figuran apellidos: Tello, Ramírez, Reátegui, Morey, Rojas, Linares, Vela, Arévalo, Bartra, Alvarado, Martínez y del Aguila, y después nativos sin nombre protegidos por mestizos y españoles. Con las alianzas entre migrantes y nativos cada uno aporta su parte en el proceso de mestizaje y cristianización. Cazan infieles para la servidumbre cuyos descendientes se integran a la sociedad, es cuando pasa de visita en 1592, una comitiva de Toribio de Mogrovejo, haciendo censo de los habitantes para el cobro de los tributos, encarga la iglesia a algunos laicos que eran considerados curas porque conocían los ritos religiosos elementales.
La visita de un jerarca religioso era una gran celebración en lugares tan aislados como Tarapoto. Por lo general marcaban épocas históricas en la vida social.
Cuando a la sede del Virreynato o a España, pasado el tiempo, los tributos no llegaban o llegaban muy poco, para ver si hay evasión o los pueblos estaban desapareciendo viene el obispo de Trujillo Baltazar Jaime Martínez de Compagñón y Bufanda en 1782. Esta visita comisionada del Rey de España fue una gran noticia que marcó un hito histórico entre la población, concentró la atención de pueblos aledaños y constituyó la oficialización y reconocimiento legal del pueblo tarapotino, diferenciándolo de Lamas que hasta el momento era la toponimia que identificaba a todos los pueblos ubicados dentro de una poligonal formada por los puntos Tabalosos, Sisa, Bellavista y Chazuta.
Martínez de Compañón encabezó un grupo científico y técnico de naturistas, cartógrafos, letrados, músicos y dibujantes, para una serie de actos oficiales, como nombramiento de autoridades, fijar recomendaciones políticas, trazar croquis, levantar censos, inventariar recursos, registrar costumbres, acopiar vocablos nuevos y lenguas desconocidas para tener un diagnóstico lo más completo posible. Con ese equipo pasó fundando una veintena de pueblos entre los cuales se cuentan Celendín, Rioja y Tarapoto. Registró como especie rara de fauna el mono choro de cola amarilla y unos cuarenta vocablos de las lenguas hibito y cholón demostrando que son diferentes y no están emparentadas.
La visita de Martínez de Compañón y todos los actos oficiales realizados en 1782 inicia la figuración de Tarapoto con su propio nombre en los mapas y planes de gobierno coloniales, por lo cual la historia toma como fecha fundacional el 20 de agosto de 1782, aunque la historia o prehistoria se remonta quizás varios milenios atrás •◘
Schuar de Marañón, reductores de cabezas


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