lunes, 4 de abril de 2011

Linea de Mira

Yo NO votaría...
Escribe: Cristian Ángel Meléndez Obregón

Yo no votaría por ninguno de ellos, yo los botaría a todos ellos. A tal grado a llegado mi desagrado que escucharlos no quiero, mirarlos peor, saber que existen no me interesa. Si he de cumplir con acudir al sufragio, además porque por primera vez seré miembro de mesa, es por el gusto de hacer algo ese domingo, algo más que ver televisión.

Yo no votaría, no podría hacerlo, por alguien cuya máxima propuesta de campaña es liberar a su padre, corrupto hasta la médula, de la cárcel. Yo no votaría, me repugnaría hacerlo, por alguien que en la práctica será socio estratégico de Norteamérica, alguien que hace el ridículo hasta el extremo de bailar reggaetón y dejarse “golpear” la nalga en la efervescencia del baile, alguien que en la década del sesenta tuvo que huir del país escondido en la maletera de un auto porque en su condición de gerente del Banco Central de Reserva entregó ilegalmente 17 millones de dólares a la empresa petrolera International Petroleum Company, dando así muestras que su corazón, y no sólo su color, es gringo.

Yo no votaría por alguien que no tiene las cuentas claras de lo que fue su gestión como alcalde, alguien que no tiene carisma por ningún lado, alguien con más muestras de ineficiencia que de eficacia. Yo no votaría, por respeto a las mujeres de mi país, por alguien que esperó que su hija sea una adolescente y le haga un escándalo en los medios de comunicación recién para reconocerla, alguien que en público es una cosa y en privado es un lisuriento de primera.

Yo no votaría por alguien que es sospechoso de haber cometido excesos en su época de militar, alguien que probablemente se haya manchado las manos de sangre en su afán de “derrotar el terrorismo y el narcotráfico”. No puedo resistir a mi impulso de defensa de la vida, a mi condición de eterno enamorado de la vida. Yo no voy a votar por quien tiene la mejor campaña publicitaria en los medios, quien tiene los mejores asesores de imagen, quien gasta más y más puede soltar en sus mítines. Yo no voy a votar porque el tal es el que más aceptación tiene, porque las encuestas lo pintan de favorito, porque es un próspero empresario, porque simplemente es alguien que conozco. Es precisamente al revés, mientras más conozco al candidato, realmente y en persona, suelo decepcionarme de ellos.

Pero esas son simplemente ideas mías, usted tiene las suyas propias. Usted a estas alturas ya tendrá tal vez su candidato favorito, aquél a quién beneficiará y acercará al poder con su voto, pero antes de hacerlo tómese el trabajo intelectual de analizar a fondo y, sin prejuicios de por medio, a cada uno de los candidatos. Hágase un favor a usted mismo, a su familia, al país •◘


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Christian Melendez, entiendo tu percepcion de poder ver las cosas y analizarlas, pero creo que tenemos que ser realista, y ser realista es aceptar la realidad que la vida nos presenta. Yo podria buscar mi novia con un cuadro esctructurado de virtudes y no de defectos, pero eso solo puede existir en cuentos de adas. Es obio que no podemos encontrar personas al 100% santos en un mundo donde estamos evolucionando "dia a dia". Entonces no queda otra que utilizar el metodo de descarte como dices otros "el mal menor", se que estudias filosofia y yo tambien. Atte: Harold Sanchez.